Alza del petróleo complicará el rompecabezas de la inflación para los bancos centrales del mundo
El sorpresivo recorte de producción anunciado por la OPEP+ el domingo y los costos más altos del crudo, podrían ejercer una presión renovada sobre los precios generales y las expectativas.
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Los banqueros centrales, que en las últimas semanas se han preguntado cómo afectarán las turbulencias financieras a sus perspectivas, se enfrentan ahora a una sacudida en forma de subida de los precios del petróleo.
El sorprendente recorte de la producción anunciado por la OPEP+ el domingo llevó a los operadores a especular con la posibilidad de que el barril de crudo vuelva a alcanzar los US$ 100. En Nueva York, el petróleo cotizaba por encima de los US$ 80 este lunes por la mañana.
Para las autoridades de Fráncfort, Londres y Washington, que se han centrado en las tasas de inflación subyacente -sin tener en cuenta la energía y los alimentos-, el encarecimiento del petróleo podría volver a ejercer presión sobre los precios generales. Eso serviría para recordar el riesgo de que las altas tasas de inflación general se incrusten en las expectativas de los hogares, forzando aún más el endurecimiento de la política monetaria.
Al mismo tiempo, los anuncios de producción como el del domingo pueden tener a veces efectos duraderos limitados. Por su parte, el presidente del Banco de la Reserva Federal de St. Louis, James Bullard, declaró el lunes que ya esperaba una subida de los precios del petróleo, dada la reapertura de China, el hecho de que Europa esté a punto de entrar en recesión y la continuidad de los sólidos datos estadounidenses.
"La decisión de la OPEP ha sido una sorpresa, pero si tendrá un impacto duradero, creo que es una pregunta abierta", dijo Bullard en una entrevista con Bloomberg Television. Una cierta fluctuación de los precios del petróleo "podría alimentar la inflación y hacer nuestro trabajo un poco más difícil", añadió.
Gediminas Simkus, miembro del Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo, afirmó el lunes que "hay más factores que las decisiones de la OPEP+".
"En el contexto de las tasas de interés, lo más importante son las tendencias generales. En la última lectura, vimos que la inflación subyacente creció", dijo Simkus.
La decisión de la OPEP marca el tercer lunes en menos de un mes en que los responsables monetarios mundiales se despiertan con un nuevo quebradero de cabeza, con episodios de agitación en los mercados tras la quiebra de Silicon Valley Bank y la absorción forzosa de Credit Suisse Group, cada uno de los cuales ha amenazado con descarrilar los planes de subida de las tasas de interés.
Esta vez, las noticias se suman a los argumentos a favor de que las instituciones, desde la Reserva Federal hasta el Banco de Inglaterra y el BCE, mantengan el rumbo en sus planes de endurecimiento monetario, con unas tasas de inflación aún muy por encima de los objetivos.
Al desvanecerse la semana pasada los temores a una crisis financiera en toda regla, los mercados monetarios ya empezaban a revalorizarse en previsión de un mayor endurecimiento. Las noticias sobre la producción de petróleo reforzaron estos movimientos el lunes.
Los futuros de las tasas de interés apuntan a una probabilidad de 65% de que la Reserva Federal suba su tasa un cuarto de punto en mayo, frente al 58% del viernes.
Lo que espera Bloomberg Economics
"Si el petróleo sube a US$ 100 el barril o más, el aumento de los precios y el temor a desanclar las expectativas podrían obligar a la Reserva Federal y al Banco Central Europeo a actuar con más contundencia, a pesar de la preocupación por las tensiones bancarias y la inminente recesión".
"Utilizando el modelo SHOK de Bloomberg, calculamos que el petróleo a ese nivel añadiría 0,8 punto porcentual al IPC estadounidense, llevando el índice al 4,5% interanual en el cuarto trimestre".
En Europa, las últimas lecturas habían mostrado un descenso de la inflación general, gracias a la energía, con signos más preocupantes de elevados aumentos de precios en el sector servicios.
El presidente de la Fed, Jerome Powell, ha subrayado la importancia de la inflación subyacente de los servicios, excluida la vivienda, que los banqueros centrales estadounidenses consideran especialmente influida por la rigidez del mercado laboral.
Los datos que se publicarán el viernes sobre el empleo y los costos salariales en Estados Unidos ya se habían convertido en un elemento clave a la hora de fijar las expectativas para la próxima decisión política de la Fed, el 3 de mayo.
En la medida en que el recorte de la producción de la OPEP+ tenga un impacto duradero -que se transmita a los precios de la gasolina antes de la temporada de conducción veraniega-, podría reforzar las demandas salariales de los demandantes de empleo, lo que aumentaría la preocupación de los banqueros centrales.
"Al margen, se trata de un pequeño factor negativo, ya que hará subir la inflación", afirmó Stephen Stanley, economista jefe de Santander US Capital Markets. "Pero a la Reserva Federal le suele gustar mirar a través de las perturbaciones de los precios del petróleo, por lo que es probable que el impacto en la política sea bastante pequeño".
Otra consideración para los responsables políticos: el aumento de los costos de la energía afectaría a los presupuestos domésticos para gastos en otras partidas, como viajes y cenas fuera de casa. En medio de un probable endurecimiento de la disponibilidad de crédito debido a las recientes turbulencias bancarias, esto supondría otro freno a las perspectivas económicas.
"El encarecimiento del petróleo a corto plazo aumenta la preocupación de la Reserva Federal por las expectativas de inflación", afirma Derek Tang, economista de LH Meyer/Monetary Policy Analytics en Washington. "Pero a medio plazo, si los precios del petróleo se mantienen altos, supondrán un lastre para el crecimiento y el empleo", añadió. Así que para las tasas de interés oficiales, "el impacto podría ser un peak más alto pero una reversión más rápida".
En cualquier caso, dadas las medidas ya adoptadas por los bancos centrales desde el año pasado, los ciclos de subidas de tasas se ven más cerca del final que del principio en este momento.
"Con las rápidas subidas de tasas desde mediados de 2022, el BCE, la Reserva Federal y el Banco de Inglaterra han superado en gran medida sus problemas de inflación", afirmó Michael Saunders, antiguo responsable de la política monetaria británica que ahora trabaja en Oxford Economics. "A estas alturas, esta subida de los precios del petróleo no altera esa opinión".
Expectativas inflacionarias
Eso no quiere decir que sea el momento de declarar la victoria. Karen Ward, economista jefe para Europa de JPMorgan Asset Management, teme que las autoridades monetarias ignoren el nuevo contexto.
El impacto de los precios del petróleo en la inflación "es absolutamente importante y espero que los bancos centrales hayan aprendido la lección", dijo, refiriéndose al error de los responsables políticos al ignorar un aumento de los precios de consumo en 2021.
"Cuando los mercados laborales están tensos, los choques de costes dan lugar a efectos de segunda vuelta, que hacen que la inflación sea más persistente", dijo Ward. "Y con una inflación tan alta durante tanto tiempo, los riesgos de desanclaje siguen creciendo. Así que, sí, ciertamente hace que sus trabajos sean más complicados".